Desesperadamente abrí aquel armario antiguo y me puse a rebuscar en el enorme cajón que tenía en la parte inferior.
De pronto, toqué algo, era una caja de cartón y estaba envuelta en papel de regalo. Parecia que era muy antigua, estaba húmeda y con mucho polvo, supongo que era por estar en aquel armario viejo y mugriento...
Cuando cogí la caja y rompí el papel que la envolvía, me daba angustia abrirla, porque no sabía lo que contenía.
Le quité la tapadera y cerré los ojos rápidamente, pero me llamaba la curiosidad y decidí abrirlos; cuando los abrí me llevé la sorpresa de que la caja estaba vacía, sólo había escrito una pequeña frase en la tapadera que decía: ''NADA ES LO QUE PARECE, BUSCA UN POCO MÁS Y LO ENCONTRARÁS''
Esa frase martilleaba mi cabeza una vez tras otra, hasta que me dio por seguir buscando.
En el armario había otra caja, pero ésta llamaba mucho la atención, era muy simple pero muy curiosa, negra con dibujos primitivos; pero había un problema, ¡la cerradura! y, por desgracia, yo no tenía la llave, ¿qué hacer?.
Intenté abrirla con una horquilla, con mil y una llave... ¡pero nada!
Luego recordé que en ese mismo lugar encontré una llave preciosa, que le puse una cadenita y se lo regalé a mi hermana chica, así que fui a buscarla rápidamente.
La encontré como siempre en su habitación leyendo una novela de miedo.
Le pregunté por el collar y me señaló a su cuello, le dije que me lo prestase un momento y ella aceptó, pensando que le pondría una nueva cadena.
Cuando la abrí me sorprendió lo que vi, ¡hace años que buscábamos ese collar!, ya que era herencia para mi madre.
Le enseñé a mi madre el collar, ésta al verlo se puso loca de contenta, pues era la herencia de su madre; se emocionó mucho.
jueves, 18 de febrero de 2010
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Está muy bien, te he corregido algunas erratas y la repetición de expresiones.
ResponderEliminarHoy voy a subir el otro, el que te dije que era importante para mi.
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